the end

r e d

Con el mismo fuego

d e m o n

Unas flores en la calle, donde bailan los testigos y duermen los culpables. Pedazos de mi, pintadas de amor. La clave de una melodia indecente, recordada por tantos, como un sueño donde el calor te desnudo.

Siente la libertad en tus venas, como un acorde revolucionario en un grito de esperanza.

Una noche comienza, un sol se apaga para siempre en la nueva sinfonia de apasionada locura, las gotas de un amor perdido entre tanta piel.

b i g g e r

No, no entra el sol por la rendija de esas ventanas, tapiadas por el miedo a descubrir lo demas. Sientes que tu cabeza va a explotar y el dolor olvida la torpeza de tus pasos que como en un reflejo de disciplina te conducen al amanecer de tu cruda y rutinaria realidad en la que otra vez encuentras las mismas respuestas.

Absurda y cruel monotonia en la que el ruido de respiraciones agitadas subitamente te transporta a donde no pensar, te hacia volver, y alli se suceden una tras otra las imagenes de tu pasado como nuevas gotas en un turbulento oceano de mediocridad donde ni la mas fuerte ola pudo separar tu escencia, hasta estallar en un nuevo ser que ni el nombre de tus fantasmas conserve.

Alli te ves hoy contra las rocas del mundo intentando pateticamente que tu cabeza estalle en el despertar de un nuevo sol, que sus rayos brillaran en tus ojos como esas estrellas que solias amar.

r e a l i s m

Los labios secos y la boca es un cenicero, tu cuerpo lleva las marcas del dolor, la mentira, la soledad y el placer.

No hay rostros conocidos en tu noche y en la agonia de tu honor se escapa una risa lujuriosa.

Alli yacen los valores y la moral, olvidadas en el fondo de alguna botella, y en las sombras se refugian tus hermanos que por una noche te seguiran, hasta que el sol queme la poca cordura en tu cabeza.

No hay cadenas ni nombres que arrastrar, quemaste tus iniciales en una roca para luego olvidar.

Un muerto revivio para no vivir mas y alli en su cuerpo se instalo la demencia del placer y la prohibida libertad.