Siempre mirando al otro lado, con la critica en la mirada, contra la corriente de todo lo que los demas siguen. No tiene barreras entre tu bien y su mal, no le importan tus caprichos ni tu mundo banal con sus reglas absurdas. No tiene tiempo ni lugar, no conoce un dueño ni menos tu moral. Su limite esta en la frontera de la locura, donde se mezcla su libertad con sus miedos. En un universo inmenso no se siente pequeño sino que el mundo es pequeño para el. Nada se interpondra frente a el, nadie lo podra parar. Nunca pedira perdon, no conocera la verguenza y mucho menos el dolor. Jamas dara el brazo a torcer y siempre mirara desde lo alto y aunque este en lo mas bajo de la desesperanza se mantendra erguido. Solo el podra hacerse sonreir, cuando se da cuenta que todos los payasos que giran a su alrededor caen con una simple brisa de realidad.
Cuando todos crean que va a caer, mordera el suelo glorificado en su libertad.
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